Ábside. Maestro de Tahüll, 1133
Adaptación reimaginada de la pintura mural que está en el MNAC, Barcelona.
Infografía en vinilo y latex sobre tabla, con acabado de piedra (150×90 cm.)
¡Ni se te ocurra pensar que el arte medieval es simple, sencillo, ingenuo, como pintado por un niño! No es que entonces no supieran pintar: es que buscaban transmitir cosas distintas a las que entendemos ahora y por eso todo tiene una razón de ser: los tamaños, los colores, los gestos…
Te lo explico:
En el centro puedes ver a Dios Todopoderoso con toda su majestad, bendiciendo con una mano y sujetando los evangelios con la otra; esto se llama “pantocrator”.
Está rodeado de los cuatro evangelistas representados cada uno con un animal: esto se llama “tetramorfos”. Mateo se representa como un hombre, porque en sus evangelios escribió sobre Jesús como ser humano; Marcos como un león, que representa la fuerza de la voluntad de Jesús; Lucas como un toro que representa el sentimiento y la bondad, porque es una animal con un corazón grande y fuerte (¿has odio las expresiones “tiene un corazón de oro” o “un corazón tan grande que no le cabe en el pecho”, relacionado con las personas buenas?). Y por último, el águila representa a Juan, que escribió su evangelio desde un punto de vista “elevado”, con ideas complejas y místicas.
A los lados hay dos ángeles: son serafines, los ángeles más importantes, los que están en primera fila alrededor de Dios en los “coros celestiales”. Los serafines tienen tres pares de alas: las primeras les tapan los ojos para protegerse de la luz de Dios (¿ves que están deslumbrados?); con las siguientes vuelan, y las de abajo les tapan los pies como símbolo de humildad ante Dios.
Cuando descubrieron el “Pantocrator de San Clemente de Tahull” tras el retablo, para conservarlo, lo arrancaron y se lo llevaron al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).
¿Y por qué estaba esta fantástica pintura en una pequeña iglesia en las montañas? Pues porque cuando lo pintaron, allá por el siglo XII, cuando el imperio musulmán llegaba hasta los Pirineos, Tahull pertenecía a una diócesis muy importante, la de Roda de Isábena (en esa época su obispo era Ramiro II el Monje, que sería rey de Aragón) Tenía mucho territorio y riqueza, así que para la iglesia de San Clemente se encargó la decoración al mejor pintor que había, que se conoce como el Maestro de Tahull.
El original en el Museo de Cataluña, aquí.
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Maestro de Tahüll
Aunque es reconocido como el pintor más importante de este periodo, no sabemos quien era.