Edvard Munch, 1893
Adaptación reimaginada de la versión de la Galería Nacional de Noruega.
Infografía, acrílico, pastel y lápiz de color sobre papel y cartón (91x74cm)
“Paseaba con dos amigos cuando el sol se puso. De repente, el cielo se tiñó de rojo sangre y percibí un estremecimiento de tristeza. Un dolor desgarrador en el pecho. Me detuve; me apoyé en la barandilla, preso de una fatiga mortal. Lenguas de fuego como sangre cubrían el fiordo negro y azulado y la ciudad. Mis amigos siguieron andando y yo me quedé allí, temblando de miedo. Y oí que un grito interminable atravesaba la naturaleza”
“El grito” es símbolo de la soledad, el miedo y la incomunicación.
En 1994 una de las versiones (pintó 4) fue robada ¡en tan sólo 50 segundos! El ladrón dejó una nota que decía “Gracias por la falta de seguridad”, pero lo cogió la poli… y hoy hay una seguridad que lo flipas.
Lo han vuelto a robar, lo han atacado… ¡ es un “grito” muy famoso! Y en 2012 batió el récord mundial al cuadro más caro, vendido por más de 90 millones de euros.
Puedes ver la versión del museo Nacional de Noruega aquí.
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Edvard Munch
«Yo no pinto lo que veo, sino lo que vi»
Munch intenta pintar la existencia humana, con temas como la soledad, el miedo. Decía que Leonardo había estudiado y diseccionado cuerpos, y él diseccionaba almas.
La crítica dijo de él: «retratos borroneados sin el menor cuidado, de manera que a veces resulta difícil reconocer figuras humanas en ellos. No vale la pena perder más tiempo con los cuadros de Munch, ya que nada tienen que ver con el Arte”
Hoy, “El grito” es uno de los más conocidos del mundo, y Munch el pintor expresionista más famoso, aunque vivió y murió completamente solo.
