Monet, 1899
Adaptación reimaginada de «Puente japonés y estanque de nenúfares» que está en el Museo de Arte de Philadelphia.
Infografía, acrílico y latex sobre lienzo (90×100 cm)
¿Qué ves? ¿Flores, un puente, plantas?
¡Noooo!
Sólo son un montón de pinceladas de colores puros, sin mezclar, empastados: es tu cerebro el que interpreta que esas manchas, esos rosas, amarillos, blancos y malvas y los convierte en nenúfares. Monet buscaba producirte esa impresión. ¿Lo ha conseguido?
Monet pintó un montón de cuadros de nenúfares, pintaba una y otra vez el estanque que puso en su jardín de estilo japonés, con puentes y todo, a distintas horas del día, en distintos días y en distintas estaciones, obsesionado por capturar la luz y el instante.
Tú puedes hacer tu propio nenúfar así.
Eso es el IMPRESIONISMO.
Puedes ver el original que pintó Monet aquí.
Y muchos de sus cuadros de nenúfares a una resolución extraordinaria aquí.
Te cuento más de este cuadro en la actividad y en la exposición de «¡menudoarte! MODERNO»
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Claude Monet, 1840-1926
Al principio su estilo de pintar no gustaba ni al público, ni a la crítica… pero él se empeñó en seguir investigando, a la caza del instante y la luz. Finalmente ¡arrasó en una exposición! Se llamó la exposición de Los Impresionistas y cambió la historia del arte.
Los impresionistas no reproducen lo que ven, sino la impresión que les produce lo que ven. Y lo que ven es lo cotidiano, su día a día. Nada de las cosas importantes que estaban valoradas en el arte de su época. Pintan directamente en la naturaleza, o en la calle, o en un puerto, o una estación de tren… con un estilo suelto, sin apenas dibujo, como bocetos, y con colores puros, sin mezclar, que aplican con pinceladas visibles. Una pintura honesta, verdadera, frente al arte establecido que pintaba cosas importantes de la historia o la religión.
Monet pintó más de 70 años y sus obras cambiaron la Historia del Arte.