Pedro Pablo Rubens, 1636-1639
Adaptación reimaginada del lienzo que está en el Museo Del Prado, Madrid.
“Las tres Gracias” o, como dicen algunos, esas mujeres gordas y desnudas.
Tras la muerte de Rubens, el rey compró este cuadro, que pertenecía a la colección privada del artista porque es un retrato, por triplicado, de su esposa, de la que Rubens estaba enamoradísimo. La pintó cambiándole el pelo: rubia, castaña, morena. Dirás que la señora estaba gorda, pero es que ese era el modelo de belleza de la época: mujeres entradas en carnes, y por eso Rubens pintó así lo que es un canto a la vida y al amor.
Rubens pintó un mito, según los valores de los poetas antiguos, de la cultura clásica: héroes, gigantes, cíclopes, ninfas, sátiros… o las tres Gracias, que eran las diosas del amor, la belleza y la fertilidad. ¿quién es quién?
Puedes ver el original del Museo del Prado aquí.
Y aquí te lo cuenta uno de los expertos del museo.
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Pedro Pablo Rubens
Rubens, además de pintar cuadros, diseñaba tapices, esculturas y hasta decoraciones para edificios. Era como un super artista que hacía de todo. No solo pintaba bien, también le interesaba el conocimiento, sobre todo la Historia. Hablaba varios idiomas y viajó a diferentes países, como Italia y España, donde conoció a reyes y personas importantes y poderosas, lo que le convirtió en un magnífico… ¡espía!
Se casó dos veces, y su segunda esposa, Helena Fourment, era 37 años más joven que él, una belleza de la época que usó como modelo para sus cuadros. Era un hombre que amaba el arte y la belleza.