Miguel Ángel, 1511
Adaptación reimaginada del fresco de la Capilla Sixtina, Vaticano.
Infografía en vinilo y latex sobre PVC (300x138cm)
«La Creación de Adán” es la escena central de la bóveda de la Capilla Sixtina, en la que vemos a Adán, desnudo, recibiendo la vida de Dios, que está rodeado de doce ángeles. Doce, un número lleno de simbolismo: las doce tribus de Israel, los doce apóstoles, los doce meses del año…
Algunos investigadores ven en el conjunto de los ángeles con Dios un cerebro humano, y es que en el Renacimiento se impuso la curiosidad por la naturaleza y el funcionamiento de las cosas, entre ellas el cuerpo humano.
Miguel Ángel pintó la capilla él solo y tardó cuatro años. Tiene una dimensión tan grande como una cancha y media de baloncesto, y está a cuatro pisos de altura. Pintó cuerpos desnudos para escándalo de los obispos, cardenales y el mismo Papa, que se discutía con Miguel Ángel, que contestaba: “¿No creó Dios al hombre desnudo? ¡Pues desnudo lo pinto!”
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¡Y aquí dicen cosas muy interesantes!
El artista original: Miguel Ángel Buonarrotti
«Juntamente con la leche de mi nodriza mamé también las escarpas y los martillos con los cuales después he esculpido mis figuras«
Miguel Ángel no quería ser pintor, consideraba que el arte, el auténtico arte, era la escultura, y lo que le gustaba era esculpir enorme bloque de piedra en cuyo interior era capaz de descubrir figuras que extraía a golpe de martillo y cincel: el David, el Moisés, la Piedad… Pero hoy el mundo entero le conoce por los frescos que pintó en el techo de la Capilla Sixtina.