Carlos V en la batalla de Mühlberg

Tiziano, 1548

Adaptación reimaginada del original que está en el Museo Del Prado.

Infografía, acrílico y latex sobre lienzo (90×100 cm.)

Este era el cuadro preferido de los reyes de España y lo tenían en lugar preferente en el salón del trono en el Real Alcazar. El cuadro está oscurecido por abajo porque hubo un incendio en el Alcazar, y aunque se libró del fuego, salió algo chamuscado.

Es un retrato que encargó Carlos V a Tiziano para presumir: una gran victoria tras la gran batalla de Mühlberg. El emperador pidió un retrato a caballo al modo de los antiguos césares romanos, mirando al frente con confianza antes de cruzar el río Elba, igual que Julio Cesar se detuvo antes de cruzar el Rubicón y entrar con sus legiones en Roma (y decir aquello de «Alea, jacta est» que viene a ser como «ya está» o «allá vamossss!») Todo esto muy del estilo del Renacimiento.

Puedes ver el original aquí.

La armadura está en la Galería de las Colecciones Reales de Madrid. Puedes verla aquí.

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