Sandro Botticelli, 1485
Adaptación reimaginada de “El nacimiento de Venus” que está en la Galería de los Uffizi.
Infografía, acrílico y latex sobre lienzo (139x86cm)
Este cuadro une el arte clásico con la nueva tendencias del Renacimiento; un tema mitológico, clásico, tratado con la nueva forma de pintar en perspectiva que apreciamos en las olas que se alejan, pero todavía con una linea muy bien definida y toques dorados que le otorgan brillo y cierta “divinidad”, al estilo medieval.
Representa un tema mitológico, el nacimiento de Venus, la diosa del amor, desnuda, tapándose con pudor con sus manos y cabello, pura, virgen. ¡No se veía un desnudo desde hace 1000 años y encima Botticelli lo pinta a tamaño natural! Reciben a Venus los dioses del viento y de la brisa y una de las “horas”, diosas de las estaciones.
¿Y qué me dices de esa melena? Todavía hoy muchas famosas se peinan al estilo “Venus”. Mira cómo aquí.
Dicen que para este cuadro Botticelli tuvo como modelo a la más bella entre las bellas de su época, y que la pintó tanto para su Venus, tema mitológico, como para su Virgen María, tema religioso.
Puedes ver el original de Botticelli aquí.
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Sandro Botticelli
Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi, conocido por el apodo de “Botticelli”, es el gran representante del Renacimiento en Florencia. Buscaba con su pinturas la belleza, la delicadeza y la perfección, aunque ello le alejara de la realidad, con absoluto dominio del color, los volúmenes y la perspectiva.
Apoyado por algunos de los grandes mecenas, como la familia Medici, pudo pintar temas mundanos y mitológicos en cuadros de gran formato, reservado para los temas religiosos, lo que le creo enemigos que despreciaban estas obras paganas, como Girolamo Savonarola, que encendió la “hoguera de las vanidades” donde se quemaban riquezas, joyas, objetos de lujo… y cuadros de Botticelli.
Superado por artistas más jóvenes (coincidió con Leonardo, Miguel Ángel, Rafael…) murió olvidado y pobre a los 78 años.
